Querer es poder moverse: la importancia del ejercicio físico para prevenir enfermedades

En un mundo donde todo parece ir cada vez más rápido, es curioso que lo que más nos cueste… sea movernos. Entre el trabajo, el estrés, el tráfico y la vida cotidiana, hacer ejercicio suele quedar relegado a “cuando tenga tiempo”.

Pero la verdad es sencilla y poderosa: querer es poder moverse, y movernos es una de las mejores decisiones que podemos tomar para proteger nuestra salud presente y futura.

El cuerpo está hecho para moverse

Nuestro cuerpo es una máquina diseñada para la acción. Músculos, articulaciones,

corazón, pulmones… todos funcionan mejor cuando los activamos. La inactividad

prolongada, en cambio, está relacionada con problemas como:

• Sobrepeso y obesidad

• Diabetes tipo 2

• Hipertensión

• Problemas cardiovasculares

• Dolores musculares y articulares

• Depresión y ansiedad

Moverse no es solo “hacer ejercicio”; es darle al cuerpo la oportunidad de hacer lo que mejor sabe hacer: mantenerse vivo y fuerte.

El ejercicio como medicina preventiva

Numerosos estudios respaldan que una rutina regular de actividad física puede reducir drásticamente el riesgo de enfermedades crónicas. ¿La razón? Cuando te mueves:

• Tu corazón se fortalece

• Tu circulación mejora

• Tus hormonas se equilibran

• Tu metabolismo se activa

• Tus defensas aumentan

• Tu mente se aclara